Mi nombre sin nombre
Kafka y el silencio de las sirenas
Kafka y el silencio de las sirenas Ossip Gregorovius camina distraído entre los pedregales de la vieja Fábrica de Basura. Le encanta dejarse andar entre recuerdos y olvidos de lo que acaba de...
La condesa Bathory y la buena familia
La condesa Bathory y la buena familia. Marta cierra los párpados y graba con fuerza en su oscuridad un deseo. Luego sopla y la vela se apaga y todos cantan y aplauden a sus quince...
El día que soñé con Hilary Hahn
El día que soñé con Hilary Hahn Me llamo Godofredo Ros y desde el día en que me abandonaron en un contenedor, apenas recién nacido, siempre he tenido una atracción especial por la...
Los sueños y los días
Los sueños y los días. Volví a pasar por la misma calle de la acequia, por la fábrica abandonada con sus tres pilotes cerrando el camino, con su ruido a noche y su farol apedreado que lo sumía...
Alejandra Pizarnik: Los bordes arruinados.
Alejandra Pizarnik: Los bordes arruinados. Los bordes arruinados. El límite natural de las cosas. Perdido su sentido para siempre. (Alejandra Pizarnik) Decir que la...
Cita en Praga I
Cita en Praga I. Las mañanas de las primaveras de Praga suelen ser grises y de fina lluvia; algunas con tanques, otras, como ésta en la que me dirigía a la cita, con el frío del invierno todavía...
Copywriter
Copywriter es una palabra que acaba de entrar en mi universo. La primera vez que la vi escrita llamó mi atención porque era una palabra extranjera en un contexto de lenguaje auténticamente...
Publicación de «Vendrá la muerte y tendrá tu rostro»
Publicación de Vendrá la muerte y tendrá tu rostro. Bueno, esto está a puntito. De hecho ya está. Acaba de salir del horno mi novela Vendrá la muerte y tendrá tu rostro. Os voy a ir hablando poco...
Peces de colores*
Violeta escribe peces de colores en Praga. Peces de colores. Violeta tiene la piel aterida, blanca como un témpano y fría como la distancia. No soporta más el tembleque de su corazón...
Finales cerrados
Finales cerrados Muchas tardes Ossip se acerca a la terraza del lago y allí empieza a escribir en su moleskine así como escribe él, sin puntos ni comas, sin parar, sin casi pensar. Hoy recuerda...
